Esta edición nos interrogaba sobre el conflicto en diversos escenarios ¿cómo entenderlo y que hacer al respecto? Por fortuna, contamos con tres relevantes artículos resultados de investigación que nos permiten ampliar la visión sobre esas dinámicas persistentes de conflicto que nos afectan negativamente y plantean maneras prevenidas y temerosas de relacionarnos con los otros y con nosotros mismos, siendo así, estos documentos adquieren un valor importante y necesario en nuestra actualidad porque responderían en tres líneas importantes del conflicto; aquel que se presenta a nivel nacional, “El conflicto armado” específicamente la guerra ¿Por qué se mantiene a través del tiempo?; “El conflicto en la escuela” teniendo en cuenta que cada vez más se acentúa que la escuela o los escenarios de formación se convierten en un campo de conflicto, tensión, pugna y no de desarrollo y bienestar como podría idealizarse; por último “El individuo fuente de conflicto -los perfiles violentos-” en tanto no se agota el interés para la psicología en profundizar sobre quiénes son los individuos violentos, siendo ellos mismos evidencia de un conflicto interior que termina por exteriorizarse afectando a los otros ¿Qué características psicológicas permiten definir o entender sus manifestaciones?