Resumen
México atraviesa una de sus peores etapas en materia de violaciones graves a los Derechos Humanos en donde la proliferación del fenómeno de desaparición en menos de 12 años ha crecido hasta llegar de manera oficial a 77,171 personas desaparecidas. Las desapariciones tienden a desarticular psíquicamente a quienes buscan a sus desaparecidos, pero afecta de forma diferenciada a hombres y mujeres, al ser las mujeres quienes principalmente buscan a quienes han sido desaparecidos bajo diversas circunstancias de vulnerabilidad. El presente artículo es producto de una investigación de corte cualitativo[1] realizada con mujeres que forman parte de distintos colectivos de familiares de desaparecidos, con la particularidad de que sus familiares desaparecidos son mujeres. Se realiza un análisis sobre las diferentes situaciones de vulnerabilidad incrementada por cuestiones de género y los procesos de resiliencia que las participantes han experimentado más allá de la resistencia o el sometimiento. Se describen los contextos bajo los cuales ocurrieron las desapariciones y las diferentes violencias que incidieron en su vulnerabilidad. Entre los principales hallazgos se expone cómo las acciones de introspección (cognitiva, emocional y actitudinal), favorecen la resiliencia y cómo ésta se incrementa a través de los vínculos que entre ellas se generan.
[1] Este estudio fue realizado gracias a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), bajo el apoyo del Programa de Becas Posdoctorales en la UNAM. Donde fui becaria del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias y asesorada por el Dr. Roberto Castro.
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